lunes, 23 de noviembre de 2009

¿ATRAPADO EN UNA JAULA DE TAREAS POR HACER?

Sección: Pensamientos Fundamentales en Nuestra Vida Diaria

Por Serafín Alarcón Carrasquillo/Noticias Sur P.R.

Salmo 55:17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz. Cuando comienzo mi día lo primero que hago al abrir mi taller de trabajo es revisar mi agenda de asuntos pendientes. En ella están por orden de prioridad las cosas que he de hacer en el día. Mi lista está dividida por actividades: Contestar emails, revisar algunas de las páginas en donde publicamos, terminar y publicar algún escrito pendiente, publicar tablitas, preparar tablitas para evangelizar las comunidades y si tengo tiempo grabar alguna corta reflexión. Todo en un horario de 6.30 am a 12.00 pm. Les confieso que hasta hace unos días esta lista era para mi algo que no se podía por nada romper y mucho menos alterar su orden… Y bueno, estaba empezando a sentirme atrapado en una jaula de tareas por hacer y siempre navegando en contra del tiempo. Entonces, en la paz de un momento de oración en la mañana, pude entender que las tareas más importantes eran las que Cristo quería que hiciera. Las demás cosas en mi lista, aunque fueran urgentes, no tenían sentido si el Señor no me sugería a hacerlas. De modo que, he empezado a permitir que sea el Espíritu Santo el que guíe mis actividades no dejándome envolver por el afán de completar alguna tarea por más importante que parezca. He aprendido que hay suficientes horas en el día para hacer las cosas que Dios quiere que se realicen, y esas cosas son las únicas que realmente importan. Hoy, después de orar y leer la palabra, medito en lo próximo que he de hacer en el día y por supuesto, me pongo en las manos del Señor para que me dirija a hacerlas según su voluntad. Esto, me ha dado una nueva perspectiva del trabajo y sobre todo el ministerio. Podemos caer fácilmente en la trampa de hacer muchas cosas que a la larga no las disfrutamos al hacerlas por ser esclavos de un tiempo y una agenda demasiado estructurada. Amados, el afán nos puede engañar y desviarnos de lo fundamental de la vida que sin duda alguna es; HABLAR CON DIOS. (El Autor es Misionero y Director de los Ministerios Tablitas del Señor y la Primera Iglesia Virtual).

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